Ser hallazgo en el recorrido de tus manos,
crecer a tu lado con paciencia de flor,
te prometo que ningún invierno nos hará daño.
Lo mismo que el agua se desborda,
inunda de sorpresas todos mis calabozos
y sin rumbo déjate llevar por las corrientes
que van de las palabras a los hechos.
En la misma respiración
interpretan los amantes músicas de notas azules,
decisivas razones bañadas por un viento
que sostiene sus cuerpos
por encima de los acantilados.
Te prometo el riesgo,
la fórmula exacta para nunca abrazar la muerte.